¿Andador si o andador no?

Los andadores producen muchos accidentes en la infancia; cuadriplican el riesgo de caída por una escalera, duplican el riesgo de fractura por caída por una escalera y además adelantan la edad de caída por una escalera de los doce a los ocho meses. También aumentan el riesgo de otros accidentes como las quemaduras y las intoxicaciones.

No tienen un efecto beneficioso sobre el aprendizaje de la marcha, es más, perjudica la marcha, ya que impide a los niños y niñas explorar correctamente su entorno. 

Si a pesar de todo se decide utilizar un andador, recomendamos que éste sea suficientemente ancho para que no pueda atravesar las puertas, y que disponga de sistemas de bloqueo para evitar la caída por las escaleras.

Con el andador el niño se mueve más rápidamente y dispone de mayor movilidad, lo que puede provocar caídas por las escaleras y otros accidentes. El andador da un equilibrio limitado al niño o niña que lo usa, y en caso de inestabilidad, pueden volcar con facilidad. 

Si a pesar de todo, se decide comprar un andador, es importante seguir las siguientes recomendaciones:

•    Comprobar  que el andador cumple la norma europea EN 1273:2005 Andadores – Requisitos de seguridad y métodos de ensayo.
•    El andador no debe caber por las puertas para evitar que el niño pueda moverse de una habitación a otra.
•    Verificar que tiene un mecanismo de agarre para detener el andador al borde de un escalón.

Otras maneras de proteger al niño o niña que usa andador es:

•    Poner una barrera de seguridad para las escaleras y asegurarse de que está cerrada en todo momento. 
•    Cerrar todas las puertas.
•    Nunca usar el andador en la cocina.
•    Tener cuidado con los cables de los electrodomésticos que cuelguen y otros objetos que el niño pueda agarrar mientras utiliza el andador.
•    No usar el andador en habitaciones con estufas o calefacciones que puedan ocasionar quemaduras.
•    Mantener al niño lejos de los baños, piscinas y otras fuentes de agua cuando utilice el andador.
•    Estar con el niño o niña cuando éste o ésta use el andador.

Como conclusión, el mejor andador es el que no se usa.