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Jueves, 28 de julio de 2022

Lavado nasal correcto

lavado nasal

Cuando tenemos catarro y tenemos las fosas nasales llenas de moco, el lavado nasal con suero puede aliviar bastante.
Los bebés no saben respirar por la boca, por eso, respiran tan mal cuando tienen mocos y los lavados nasales les alivian, ya que ellos no saben sonarse. 

¿Cuántas veces se deben hacer los lavados nasales cada día?

El lavado nasal puede hacerse las veces que el bebé lo necesite, así estará más cómodo y podrá respirar mejor. 
En cambio, no es recomendable usar con tanta frecuencia los aspiradores de secreciones ya que la presión de succión que producen puede ocasionar sensaciones desagradables en el oído y resecar la mucosa nasal. Limitaremos la aspiración de secreciones a 1 o 2 veces al día, solo lo haremos si hay mucho moco y lo haremos siempre de manera suave, sin brusquedad. 
Para limpiar la nariz con suero fisiológico existen diferentes sistemas que se pueden comprar en la farmacia. Cualquier método es igual de eficaz si se realiza correctamente.  Seguramente sean mejor los envases pequeños, ya que la utilización de un mismo frasco, catarro tras catarro, favorece su contaminación por gérmenes.  Además es importante que cada niño tenga su propio dispositivo para no pasar los virus de uno a otro… aunque lo harán de todas formas.
Los lavados nasales no suelen gustar a los niños, por lo que con frecuencia hay que hacer auténticas “llaves marciales” para poder sujetarlos.
Algunos consejos que pueden ayudar son:

  • Es recomendable hacer los lavados antes de dormir y antes de las tomas en los bebés. Suele ser suficiente con 1,5-2 ml en cada fosa nasal en niños pequeños y hasta 5 ml en niños mayores. La sensación será menos desagradable si el suero está a temperatura ambiente.
  • Se puede tumbar al niño boca arriba procurando girarle la cabeza hacia un lado e intentando que no se eche hacia atrás.
  • Cuando esté bien sujeto, se echa el suero fisiológico por el orificio que queda arriba, “con decisión”.
  • Tras esta maniobra, se le puede sentar para favorecer la expulsión de la mucosidad.
  • Posteriormente, se repite la maniobra en el otro orificio nasal, girándole la cabeza hacia el lado contrario.
  • Si la nariz está muy obstruida, se puede echar un poco de suero, masajear para reblandecer y volver a echar más suero.
  • Los niños mayores son capaces de realizarse los lavados ellos mismos, inclinando la cabeza hacia un lado y posteriormente al contrario, y echando el suero por el agujero nasal que queda más arriba.
  • Parte de los mocos los expulsarán y otra parte se los tragarán, que, por otro lado, es normal y se expulsarán con las deposiciones. 


 

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