Piscinas y niñ@s

Con el verano, las piscinas se convierten en una de las actividades preferentes para los mas pequeños. La piscinas deben ser un espacio lúdico para disfrutar, pero debemos tomar una serie de precauciones para evitar riesgos muy importantes.

Consejos genéricos:

• Aunque el niñ@ sepa nadar, debemos tenerle siempre a la vista.
• Los niños menores de seis años no deben bañarse en piscinas grandes (piscinas con una profundidad máxima de 60 cm son las adecuadas).
• Debemos ducharnos antes y después del baño, niñ@s y adultos.
• Antes de tirarnos a una piscina, debemos comprobar la profundidad de la misma.
• Para los niñ@s que no saben nadar o que están aprendiendo, son recomendables dispositivos flotantes, siempre deben estar homologados. 
• Se deben evitar los juegos alrededor de la piscina; en caso de tener lavapiés, deben evitarse movimientos bruscos en esta zona, ya que suelen ser causa de aparatosos accidentes.
• Tras comidas abundantes se recomienda esperar al menos dos horas antes del baño para evitar cortes de digestión.
• Se deben utilizar cremas protectoras, gorros para proteger del sol, y beber líquidos abundante (agua preferentemente).
• La Sociedad Española de Neumología advierte que el exceso de cloro en las piscinas puede causar asma y dañar los pulmones de los mas pequeños. El exceso puede afectar seriamente a los bebés y niños de 2-3 años que, en temporadas de calor pasan largas horas en la piscina o acuden a cursos intensivos, debido a que los pulmones están en fase de desarrollo. El primer síntoma del exceso de cloro es la irritación de las mucosas oculares, de la nariz y de la garganta. Puede producir tos refleja, y posteriormente el vómito. En casos extremos puede producir un edema pulmonar.