Problemas más frecuentes del lenguaje en la infancia

Muchos niños y niñas padecen trastornos del lenguaje que les impiden relacionarse bien con sus iguales y desenvolverse con facilidad en el colegio y eso puede marcarles. La comunicación oral constituye un aspecto esencial para el desarrollo integral, a ella se vincula, en gran medida, el desarrollo del pensamiento, la memoria, la imaginación, la capacidad de aprender, de conocer el medio que le rodea, de aprender a transformarlo.
Cuando el niño o la niña inicia la escolaridad el defecto en el habla por lo general constituirá una desventaja para su integración social, y para conseguir un rendimiento escolar proporcional a su capacidad. El cerebro infantil tiene su máximo desarrollo en los primeros años de vida y si lo estimulamos desde temprano y corregimos estos problemas, proporcionaremos mejores oportunidades para mejorar su adaptación y prevenir el fracaso escolar.
Prevenir las alteraciones, antes de que sea demasiado tarde es la solución al problema. Los trastornos del habla y del lenguaje afectan al trabajo escolar de los niños y niñas limitando la adquisición de conocimientos, propician problemas de lectoescritura, problemas emocionales, y afectan al desarrollo de su personalidad. De ahí la importancia que tiene su detección temprana, para poder intervenir lo antes posible.

¿Qué es la dislalia?

Las dislalias son alteraciones en la articulación de los fonemas, bien por ausencia, por alteración o por sustitución de algunos sonidos concretos del habla. Si un niño o niña tiene varias dislalias su lenguaje puede llegar a ser poco inteligible. Las causas pueden ser orgánicas, funcionales, psicosomáticas, ambientales.
Las dificultades articulatorias más frecuentes son pararrotacismos que son las sustituciones o anomalías con el fonema /r/, los sigmatismos que es la dificultad para pronunciar o diferenciar s, c, z , y las combinaciones PR-PL, BR-BL, CR-CL, FR-FL, GR-GL, DR. TR etc.

• Evolutiva o fisiológica: El sujeto no ha adquirido una madurez en su aparato fono-articulatorio, no articula o distorsiona algunos fonemas, pero desaparece con el tiempo. Se precisa un posible programa de prevención de alteraciones del lenguaje enfocado hacia la respiración, el soplo, los movimientos de labios y lengua. 
• Orgánica: Se presenta un problema orgánico en el SNC (sistema nervioso central) o en los órganos fono-articuladores (disglosias, macroglosia, paladar ojival, frenillo, maloclusión dentaria, labio leporino, fisura palatina, etc.). 
• Audiógena: Originada por una deficiencia auditiva, el niño o niña no oye bien, y por tanto, no articula correctamente confundiendo fonemas. Se evidencian errores en la voz. Se precisa de un programa de intervención para el desarrollo de la percepción auditiva.
• Funcional: Ocasionada por un mal funcionamiento de los órganos articulatorios, aunque no se evidencia daño ni lesión orgánica. Las causas pueden deberse a falta de control de la psicomotricidad fina, en especial de la lengua, déficit de discriminación auditiva, errores perceptivos por imposibilidad de imitar movimientos etc.
• Causas Ambientales: Hacen referencia al entorno familiar, social, cultural y natural del niño o la niña, y cómo influyen estas en su desarrollo emocional y afectivo.

La dislalia no reviste un carácter de gravedad, no obstante si no se somete a un tratamiento precoz, puede traer consecuencias muy negativas, por la influencia que ejerce sobre la personalidad infantil y su adaptación social, así como en su rendimiento escolar, ya que las frustraciones que puede crear en el sujeto influyen tanto en su equilibrio emocional como en su desarrollo intelectual.

¿Qué es la tartamudez?

Unos lo hacen repitiendo alguna palabra o sílaba y otros haciendo una pausa entre una palabra y otra.
Suele aparecer entre los 3-4 años. Forma parte de una de las etapas evolutivas en linfancia. El mejor tratamiento de ese tartamudeo infantil es no llamar la atención excesiva sobre el lenguaje si aún no es consciente de esta dificultad.
No darle importancia, ni siquiera decirle al niño o a la niña que hable más despacio, que piense lo que va a decir antes de hablar o que evite tartamudear, porque al hacerlo el niño será consciente de su problema y le costará más superarlo. Cuanta menos importancia se le dé, más deprisa desaparecerá el trastorno.
Se recomienda no presionarlos, nunca completarles las frases y ayudarlos a que se relajen y respiren para que puedan hablar pausadamente. Si esta fase se extiende se recomienda acudir a un especialista.

¿Qué es el retraso simple del lenguaje?

Retraso cronológico del lenguaje, pero que respeta las pautas evolutivas de la normalidad, leve, sin causa orgánica, psíquica o pedagógica. Su causa no puede ser explicada por un retraso mental, ni un trastorno generalizado del desarrollo, ni por un déficit auditivo, o trastorno neurológico.
Afecta a todos los aspectos del lenguaje: fonético, fonológico (articulación), vocabulario y morfosintaxis. Tienen problemas en la construcción gramatical de la frase. Manifiestan dificultades articulatorias durante todo el ciclo. Usan poco vocabulario y su memoria auditiva es irregular.
Este retraso no es debido a un déficit sensorial, motórico o cognitivo; aunque suele ir acompañado de un ligero retraso psicomotor y de establecimiento de la dominancia lateral, así como de irregularidades de atención y memoria a corto plazo. Su rendimiento lector-escritor es deficitario.
Es importante la intervención lo más pronto posible porque el niño o la niña que ''pronuncia mal'' es considerado muchas veces retrasado por su entorno y esto puede afectar a su desarrollo afectivo. Estas experiencias negativas, no solamente le influirán negativamente en su rendimiento escolar, sino también le podrán propiciar otros desajustes de conducta, incluso comportamientos fóbicos a la escuela.