Resistencia a antibióticos

Desde hace años, la OMS viene advirtiendo que la resistencia a los antibióticos es una amenaza muy importante. Estos fármacos se usan mal desde la edad pediátrica. Es importante tener en cuenta que los antibióticos sólo son efectivos frente a infecciones bacterianas. Los medicamentos dejan de ser eficaces porque las bacterias que causan las infecciones sufren cambios y se vuelven inmunes al tratamiento. Y gran parte de culpa de esta transformación está en el uso abusivo de los antibióticos. Todos debemos ser responsables. 
Para hacer un correcto uso de los antibióticos hay que seguir las siguientes RECOMENDACIONES:

1. Los virus son los causantes de más del 90% de las infecciones durante los primeros años de vida, y NO se tratan con antibióticos. 
2. Los antibióticos no tienen efectos analgésicos, es decir, no alivian el dolor de cabeza, nariz, oídos o garganta, no quitan la tos, no curan un resfriado y no quitan la fiebre. 
3. En población infantil, los antibióticos han de ser administrados EXCLUSIVAMENTE bajo la prescripción del pediatra. El uso incorrecto y/o el abuso de antibióticos provocan el desarrollo de resistencias a los mismos por parte de los microorganismos, manera que en próximas ocasiones no servirán para curar. 
4. Los padres o tutores, bajo ningún concepto, han de automedicar al menor utilizando antibióticos “sobrantes” de tratamientos anteriores.
5. Cuando el pediatra prescribe un antibiótico, éste debe tomarse en las dosis, pautas y durante el tiempo recomendado por el mismo, sin suspender los antibióticos aunque desaparezcan los síntomas de la enfermedad, salvo por indicación médica.