Sarampión

¿Qué es el sarampión?

El sarampión es una enfermedad muy contagiosa causada por un virus del género Morbillivirus. Antes de la inclusión de la vacuna en el calendario de vacunaciones, el sarampión era común en la niñez en nuestro país, de tal forma que más del 90% de las personas a los 20 años habían padecido la infección. Actualmente es una enfermedad muy poco frecuente gracias al cumplimiento de las recomendaciones sobre vacunas en la infancia. En España la incidencia es muy baja, alrededor de 0,8 casos por millón de habitantes, siendo muchos de estos casos, importados de otros países sobre todo europeos.

¿Cómo se transmite el sarampión?

Se transmite por vía respiratoria por diseminación de gotitas suspendidas en el aire o por contacto directo con secreciones nasales o faríngeas de personas infectadas y, con menor frecuencia, por objetos contaminados con esas secreciones. El sarampión es una de las enfermedades más contagiosas y cursa como brotes epidémicos.
El periodo de incubación es de aproximadamente 10 días y la transmisión (contagio) normalmente comienza un día antes de los primeros síntomas, que suele ser cuatro días antes de la aparición del exantema en la piel y dura hasta cuatro días después de que aparece el exantema. Por eso los niños y niñas no pueden acudir a los Centros Escolares al menos durante ese tiempo.

¿Cómo se diagnostica el sarampión?

Se diagnostica tan solo con la observación de las lesiones y la historia clínica y, dado que actualmente en nuestro entorno es muy infrecuente, al inicio de los síntomas se requiere pericia para no confundirlo con otras enfermedades exantemáticas.

¿Cuáles son los síntomas del sarampión?

El primer signo suele ser un cuadro catarral con fiebre alta, que dura entre 4 y 7 días. El paciente puede presentar congestión nasal, tos, ojos llorosos y rojos, malestar general, dolores musculares y edema en párpados.
Al cabo de unos 3 o 4 días aparece  una erupción cutánea, generalmente en el rostro y la parte superior del cuello, que va descendiendo por el cuerpo y en unos 3 días afecta a  manos y pies incluidas palmas y plantas. Coincidiendo con la aparición del exantema, aparecen unas manchas características blanquecinas en la boca que se llaman manchas de Koplik y que ayudan al diagnóstico.
Después el exantema va desapareciendo y produciendo una leve descamación en el mismo orden que apareció, durando en total unos 7 o 10 días

¿Cuál es el tratamiento?

En la mayoría de los casos, el tratamiento es sintomático con reposo domiciliario, antitérmicos para la fiebre, lavados de los ojos con suero, abundantes líquidos y luz tenue. Al ser una enfermedad vírica no son útiles los antibióticos a no ser que haya complicaciones.

¿Tiene complicaciones?

La mayor parte de los pacientes se recuperan con descanso y tratamiento sintomático. Pero también tiene complicaciones  importantes, que ocurren sobre todo en  menores de 5 años y en mayores de 30, como serían la ceguera, encefalitis, diarrea grave, además de infecciones del oído y respiratorias, como la neumonía. Todas las complicaciones son más frecuentes en pacientes con problemas de salud previos como inmunodeprimidos o desnutridos.

¿Cómo se previene el sarampión?

Por un lado hay que prevenir el contagio evitando el contacto con enfermos, especialmente de personas con mayor riesgo. Además, lo más importante es cumplir el calendario de vacunaciones según las recomendaciones de su Pediatra. Actualmente se utiliza una vacuna triple que inmuniza frente a rubeola, sarampión y parotiditis, la famosa “triple vírica”. De acuerdo al calendario de vacunaciones vigente en la Comunidad de Madrid, se administra  la primera dosis a los 12 meses de edad y la segunda dosis 3 años después, cuando los niños y niñas tienen 4 años.
Esta vacuna se ha relacionado falsamente con enfermedades como autismo, diabetes… No existe ninguna evidencia científica de tales efectos y sí se ha comprobado que la disminución del cumplimiento del calendario de vacunaciones produce brotes de sarampión que pueden tener consecuencias fatales.