Síndrome del niño zarandeado o trauma craneal no accidental

Es la forma de maltrato infantil más frecuente. Se refiere a las graves lesiones que sufren los niños pequeños cuando son zarandeados violentamente y su cabeza se mueve bruscamente hacia delante y detrás.
Suele ocurrir en menores de 2 años, edad en la que la cabeza es grande y los músculos del cuello aún son débiles. La agresión ocurre al perder, el cuidador del niño, el control, normalmente al no lograr calmar el llanto. La sacudida, puede originar lesiones graves.

¿Qué lesiones puede originar zarandear a un bebé?

El zarandeo violento empuja el cerebro hacia delante y detrás dentro del cráneo. Esto hace que se rompan vasos sanguíneos, pudiéndose producir:

• lesiones cerebrales: hemorragias e infartos cerebrales
• lesiones oftalmológicas: hemorragias, desprendimiento de retina y ceguera
• fracturas de costillas

¿Qué síntomas tiene un niño zarandeado? 

Inmediatamente, lo más normal es que no haya ningún síntoma. 
Los síntomas dependen de las veces que el bebé haya sido zarandeado y de la fuerza con la que se haya hecho. Puede aparecer somnolencia, vómitos, fontanela abombada, aumento del perímetro craneal, convulsiones o incluso parada cardiorrespiratoria.

Cuando el niño llora, ¿qué hacer? (Recomendaciones a la madre y al padre)

• Mantener la calma. La tranquilidad que tienen los padres se transmite al hijo.
• Coger al niño en brazos, podemos ponerle piel con piel en el pecho. 
• Probar si tiene hambre; ofrecer el pecho o biberón.
• Comprobar si tiene frio o calor.
• Comprobar si el pañal está sucio.
• Comprobar si tiene fiebre u otros signos de enfermedad.
• Probar si se calma dando un paseo en el cochecito o mochila o pañuelo portabebés.
• Si nos ponemos nerviosos con la situación, pidamos ayuda a otro adulto para evitar perder el control.